sábado, 21 de noviembre de 2009

Baño Público

Baldosas sucias de tierra, licor, sangre
mezcla repugnante a los zapatos.
Pasos olvidados dejaron su marca en ciertos rincones,
la cloaca sucia me recibe.

Me siento solo en la bajeza.
Aquí yace la naturaleza humana,
la evitamos, más es inherente:
el olor cuelga de nuestras cabezas.

Cementerio de fósiles, es aquí donde mueren
las esperanzas. Nuestra alma se muestra
cruda y los billetes nada valen.

Baño público miserable
te condeno:
vivirás siempre bajo la orina del
hombre.

martes, 17 de noviembre de 2009

Comprimo mis dedos en el teclado que, oscuro y esperando, se plantea tosco ante mí.

Escribo usando mis extremos, rodeando el lápiz vanidoso de su tacaño tamaño, de su escuálido cuerpo, de su determinante poder. Lo uso y mantengo para anotar breves documentos que ignoro si serán conocidos.

Camino fatuo, pecho erguido y mirada insolente. Me creo el que no soy ni seré. Me creo Dios. Pienso.

Sueño mientras duermo. Mi cuerpo reposa sosegado. Mis ojos cerrados no intentan abrir.

La luna se acerca tímida, sonriéndome. Sus pecas la iluminan. La espero, su llegada me inquieta. Alzo mi mano para alcanzarla y cuando ya casi puedo tocarla me doy cuenta que es un vidrio. Miro a través y veo a un hombre escribiendo, seguramente una tontería en su computador.